Esto no es una imposición, sino una iniciativa personal. ¿De qué vale hablar de las cosas de la Palabra si no vamos a estar conforme a lo que dice la Palabra? No valdría de nada.635 Cuando yo veo almas muy diligentes a entender la oración que tienen y muy encapotadas cuando están en ella (que parecen no osan bullir, ni menear el pensamiento,